San Gil - Santander. De las
palabras se ha pasado a los hechos. El día 27
de septiembre de 2012, denunciábamos que a la Vereda El Cucharo estaban
llegando personas extrañas a ese lugar, a intimidar a los campesinos.
El domingo 14 de octubre de 2012,
como es costumbre, los Jóvenes de la Vereda del Cucharo estaban reunidos en un
lugar, mal llamado: “Polideportivo” (Solo hay una pequeña cancha); Estaban
jugando un partido de futbol los muchachos, otros jóvenes, señores de la
tercera edad y niños se divertían mirando. Estaban con sus familias (Esposas e
hijos). Ya entrada la tardecita (Más de 6PM) llegaron cerca 10 u 11 hombres de la
empresa EMPSACOL en dos camionetas y camión, de los que llevan basuras de la
Empresa; Estos hombres estaban armados e intimidaron a la población campesina.
La Policía
dice en algunos medios de comunicación, que las armas no eran armas de fuego, sino armas
de uso
deportivo; Esto en realidad es un hecho intrascendente (Que sean armas de
uso deportivo o de juguete) y la policía tendrá que probar su dicho, con las
pruebas recaudadas en el lugar de los hechos, lo trascedente es la amenaza e
intimidación. A esas pesquisas, a los campesinos no se les permitió el acceso. También
hay que dejar por sentado, que en el Cucharo no hay escuela tiro, o un club para
practicar tiro, no hay campos deportivos donde se practique con armas
deportivas y mucho menos campos deportivos para la práctica de Paintball, como
para pensar que sería normal que en ese lugar existirán armas de esas características.
Insisto: La Policía Nacional debe hacer una investigación interna del personal
que participo en ese operativo y de las pruebas que allí se practicaron, las armas encontradas, -ya sea deportivas, de
juguete o reales-, y el informe que presentaron del operativo.
Por lo tanto, la Policía tiene
que hacer pública el tipo de armas que tenían los Señores de EMPSACOL, las
identificaciones de esas personas y que hacían en ese lugar, a esas horas de la
noche. Deben rendir un informe completo al respecto de la diligencia practicada
en la Vereda.
La
intimidación se da, así las armas utilizadas sean o no sean deportivas. ¿Quién
va a ponerse a indagar en el momento de ser atracado, si con lo que le apunta
el ladrón es o no es un arma verdadera? El ciudadano lo que hace inmediatamente
es entregar su dinero, su celular, sus joyas etc. Igual sucedió en el Cucharo:
Los Campesinos vieron personal armado, como lo han vendido viendo los últimos días
e inmediatamente llamaron a la policía para que lo fuera menester; No se van a
poner a decirles a los tipos: Señor muéstrenos si esas armas son de verdad o
son de mentiritas. Pero lo que sí es una canallada y no deja de ser un delito
tipificado en el ordenamiento penal, así las armas halladas hayan sido del tipo
que sea, es la amenaza, la intimidación a que fueron sometidos los campesinos
de la Verada. ¡La intimidación se dio y cumplió su objetivo! En otras palabras:
El ilícito se ejecuto.
La Fiscalía General de la Nación está
en la obligación de iniciar una investigación de los hechos ocurridos en el
Cucharo de San Gil el domingo 14 de octubre de 2012 y lo que ha venido
ocurriendo alrededor de los mimos hechos en días recientes.
El Señor Alcalde Álvaro Josué Agón
Martínez expidió una orden donde establecía un horario de entrada de vehículos a
los falsos rellenos sanitarios; Bueno esa orden es letra muerta, pues nadie la
cumple; Ninguno de los operadores de los falsos rellenos sanitarios la está cumpliendo
y no hay autoridad que la haga cumplir.
Alrededor de los falsos rellenos
sanitarios hay una problemática no solo de índole ambiental, sino otra también
igual de grave como es la de índole social, que puede en un futuro no muy
lejano degenerar en un conflicto mayor y los que es peor, dejar víctimas: Los
campesinos están divididos por basureros, están divididos por los que están de
acuerdo con la contaminación y por los que no lo están, por los que están a
favor de EMPSACOL y los que no lo están, por los que están a favor de ACUASAN y
los que no lo están, por los que están de acuerdo con ECOSANGIL y los que no lo
están, los que están de acuerdo con continuar vendiendo tierras para que habrán
mas huecos para echar basuras allá y los que no lo están. Esto ha conllevado a
un problema social, que generan peleas entre campesinos que viven de las
basuras y lo que no, entre los que le importa un bledo si las basuras afectan
su salud y las de sus hijos y los que si están preocupados y es a ellos que
respaldamos vehementemente. Las autoridades legalmente constituidas, son las
llamadas a hacer cumplir las normas y que cesen las rencillas entre ellos.
Los “empresarios” de las basuras,
alientan esa división, porque de ella dependen que existan o no existan los
tales falsos rellenos sanitarios. Alientan las mordidas a los funcionarios que
deben controlar el medio ambiente, alientan a los campesinos que se revuelcan
en las mazmorras de la contaminación. Los “empresarios” de las basuras pagan
asesores de imagen para que muestren los basureros como lo que no son: Espacios
sanos sin contaminación, legalmente constituidos. Los “empresarios” de las
basuras han comprado y acallado la conciencia de ambientalistas.
Si los cuchareños estuviesen
unidos, así la CAS no cerrera esos basureros, ellos lo hubiesen cerrado hace
años; De ahí es que se han valido todos los empresarios de la muerte y la contaminación,
que incluye ex alcaldes, alcalde actual, ex directivos de la CAS y la dirección
actual y sus jefes políticos, que son en realidad los que mandan desde las
sombras tenebrosas de la corrupción.
Lo del pasado domingo es un
campanazo de alerta y esta es la segunda denuncia que hacemos y que le pedimos,
esta vez a la Fiscalía y a la Policía, tomar cartas en el asunto y realizar las
investigaciones que a cada una le correspondan.
Estamos esperando que La CAS –
Santander, no dilate más las investigaciones solicitadas reiteradamente en la cesión
irregular que esta entidad hizo de la licencia que le había sido aprobada a
TECNOAMBIENTALES, y en tiempo record le fue cedida a EMPSACOL, una entidad que
tenia días de haber sido establecida.
Las decisiones equivocadas de la
CAS y la Administración Municipal son las responsables de los hechos que están sucediendo
en este momento en la Vereda El Cucharo de San Gil y si alguna tragedia se
llegase a dar, con algún habitante o campesino del Cucharo, sobre sus
administradores debe caerle todo el peso de la ley.
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