Recientemente,
-por mis actividades-, un familiar me invito a conocer el que sería su futuro
hogar: Un Apartamento de una de las constructoras más importante de la ciudad y
del país.
Hablábamos
en el camino de lo bonito del sector de Villa Carolina en Barranquilla, con vista
al río, al mar, mucha brisa, y sin embargo alguien dijo: “lástima que el sector
se esté desvalorizando”.
Sus
palabras me quedaron sonando, y empecé a recordar la polución producida por la
contaminación del Carbón, y la radioactividad de la Termoflores, amén del
elevado número de antenas retransmisoras de la telefonía celular.
Una
vez llegado al sitio, se me ocurrió ir a pasar uno de mis dedos por una de las
rejas que protegen el conjunto; ¿Cuál sería mi sorpresa? Todos los dedos
estaban llenas de hollín del carbón. Pase al Conjunto Residencial de al frente,
hice otro tanto y el resultado fue el mismo: Los dedos quedaron impregnado de hollín
de carbón.
Mire
hacia lo alto del Conjunto Residencial y se observaba absolutamente oscuro del
mismo hollín. Volví la mirada hacia el Conjunto Residencial donde mi familiar
pensaba comprar el inmueble y resulta que la valla informativa que anunciaba la
venta de hermosos Apartamentos, estaba absolutamente negra de hollín.
La
familiar, -que había estado observando mis impertinencias-, le dijo al amable
vendedor: Te Lo Agradezco, Pero No.
Termino
así la ilusión de adquirir un bien inmueble, situado en uno de los sectores más
hermosos y prometedores de la ciudad, por la irresponsabilidad de las
autoridades administrativas y ambientales de la ciudad de Barranquilla, de
conceder licencias para la construcción de puertos dentro de la misma ciudad
para el transporte a granel de minerales como el carbón. El hollín que sale del
muelle de Carbones del Caribe (Desconozco su nuevo nombre), y del muelle de la firma Michellmar, está
acabando con la salud, desvalorizando sus bienes y las ilusiones de muchos
moradores de los barrios Siape, Las Flores,, San Salvador, La Floresta, Paraíso,
Villa Carolina y muchos otros barrios más.
Nadie
ha podido hasta el día de hoy hacer absolutamente nada, pues estos bandidos
continúan otorgando licencias irresponsablemente, sin que las autoridades de
control hagan absolutamente nada; Hoy la CRA Atlántico concede otra licencia a
la firma Impala.
Y
no es que nos opongamos al progreso de la ciudad; Es que no puede haber
progreso sino se garantiza la vida y la salud de sus habitantes. Aquellos
empresarios de la construcción, tendrán que esperar mucho tiempo para terminar
de vender sus apartamentos construidos en una zona de alta contaminación ambiental.