Valerosa
denuncia de LA ZIGARRA en su columna editorial del mes de septiembre de 2015.
Pocas veces un medio de comunicación se atreve a decirle, -en este caso-, a sus
lectores, que alguno o algunos anunciantes desean ponerle mordaza a ciertos
colaboradores del medio, porque no les gusta lo que dicen, lo que escriben o lo
que denuncian.
Esta intromisión
grosera y vergonzosa de algunos anunciantes en el contenido del periódico,
vulnera la libertad de expresión, no solo de quien la expresa, de quien lo
divulga, sino también de quien se informa a través de ese medio de comunicación.
De por sí, los
medios de comunicación de San Gil no disponen de mucha oferta de anunciantes,
si no fuera por su fuerte vocación turística de este lado de Santander, y de la
temporada electoral, que concluye con las elecciones del 25 de octubre próximo.
Recordemos que nuestro municipio abandonó hace muchos años su vocación agrícola,
industrial y manufacturera.
Si San Gil
hubiese preservado esos sectores de la economía, hoy la clase obrera y
trabajadora, no estaría dependiendo tanto de la politiquería y que el candidato
le prometa, -a cambio de su voto, el de su familia y el del vecindario-, un
puestico en cualquier secretaria o empresa municipal.
Los anunciantes
deben saber ya que si un medio escrito, -por su amenaza deja de publicar la voz
del amordazado-, éste dispone de un sin número de formas para hacer saber su
pensamiento. Recientes hechos son un ejemplo de ello, cuando el actual
burgomaestre venía siendo investigado por los hechos de ASOVIBRISAS, y luego
con la medida de seguridad intramural con la que fue cobijado, las redes
sociales fueron una de las antorchas de divulgación sin restricción alguna.
En esos días,
los amigos del alcalde y los damnificados por la medida en su contra, intentaron
acallar esas voces; Amordazar e intentar impedir la libre expresión de los
ciudadanos, matoneando a los que se expresaban de una u otra forma, pero en
realidad perdieron su tiempo; Ya nadie podía impedir que todos los ciudadanos
de San Gil, pudiesen saber al detalle, lo que estaba pasando ante el Juez de
Garantías en Bucaramanga, pues por esas redes sociales se informaban a los
ciudadanos, minuto a minuto, lo que sucedía en dicha audiencia pública.
Nuestra completa
solidaridad con la familia de LA ZIGARRA, felicitaciones por su entereza y su valerosa
postura editorial en defensa de la libertad de expresión e independencia del
medio. Gracias por mantener su independencia, San Gil y el sur de Santander sabrá
compensar este esfuerzo. Ojalá algún día sepamos los nombres de esos
anunciantes que intentan restringir la libertad de expresión en San Gil.
En época de elecciones,
conocer esos nombres, serian una forma de evitar que ciudadanos con malas mañas,
sean elegidos en la urnas nuevamente.