sábado, 17 de agosto de 2013

TRAS DE COTUDO, CON PAPERAS



San Gil – Santander. Normalmente cuando tenemos un problema y viene otro y nos cae encima, solemos decir: “tras de cotudo, con paperas” y en otras regiones del país suelen decir: “éramos muchos y pario la abuela” y así sucesivamente para referirnos a esos fenómenos que ya nos afecta y viene otro y lo acaba de rematar.

Bueno, ya todos acá en San Gil y en buena parte del país saben hasta la saciedad sobre los problemas ecológicos, ambientales y de salud generados por los Falsos Rellenos Sanitarios establecidos por la autoridad territorial (dígase Alcaldía) y autoridad ambiental (dígase CAS).

Esto no es un secreto; Si le preguntamos a un niño de primero primaria, éste ya sabe que acá en de San Gil, -en el patio trasero-, ocultamos toda la basura generada en el sur de Santander, y de algunos municipios de Boyacá.

También todos sabemos que estos problemas angustiosos han sido denunciados a la Presidencia de Colombia, a la Procuraduría General de la Nación, a la Contraloría General de la República, a la Defensoría del Pueblo, al Ministerio del Medio Ambiente, a la Fiscalía General de la Nación, a la Corporación Autónoma de Santander – CAS; Al Obispo, al Santo Padre, a Barack Obama, al Dalai Lama, al Ayatola Alí Jamenei y no recuerdo a quien más; Y desde luego, no ha pasado absolutamente nada: Al Cucharo continua llegando cuanta porquería quieran llevar allá.

Toda esa inmundicia pasa por las puertas de la CAS y ahí recibe su santa bendición, y en el Cucharo la reciben los campesinos y sus hijos, para meterla en un hueco y tapar tapar.

Tres basureros a cielo abierto disfrutan de ese brillante privilegio y jugoso negocio: ACUASAN, ECOSANGIL y EMPSACOL; Ésta última con licencia exprés, donde en su aprobación, se batió record de corrupción: Nadie dijo nada.

Ahora recibo información de una fuente, con mucho desagrado, que dice que el basurero de ECOSANGIL anda en negociaciones con una empresa tabacalera (BAT), para recibirles 50 toneladas mensuales de residuos, tanto de las plantas de Bosa como la de San Gil, con el peregrino pretexto de que serán destinadas en la fabricación de abonos orgánicos.

Esta noticia me llena de infinita tristeza, mas cuando estoy casi seguro que en el Cucharo nadie está enterado de esto, -pero peor aun-, si están enterados; Lo han callado.

Los que hemos sido cultivadores de tabaco y nos ha tocado muchas noches dormir al lado de una pila de tabaco, sabemos que uno amanece borracho del olor que expele el tabaco en su maduración.

Pero estos residuos de tabaco no son en maduración, son en descomposición; Son para botarlos, desde luego con un tratamiento especial. Obviamente ECOSANGIL no es una empresa tecnificada para hacer estos menesteres.

La BAT ¿Sabrá el número de veces que ECOSANGIL ha sido clausurado (cerrado) por el inadecuado manejo de las basuras? No creo, esta Multinacional es muy seria y además procura por el cuidado del medio ambiente.

¿La CAS le habrá exigido alguna vez a ECOSANGIL la licencia ICA para la fabricación de abonos? Lo dudo: Ya estaría cerrada y para siempre.

Éstos residuos, por su carácter contaminante, generan lixiviados y polución de moscas, si no son tratados adecuadamente: Al parecer estos Señores, quieren camuflar, solapar este negocio a través de una supuesta fabricación engañosa de abonos, pero ni siquiera cuentan con registro ICA, o algo que pruebe una tesis de esta magnitud, y más bien lo que están pensando es en causar un daño ambiental, mirando solo su bolsillo y no la naturaleza.

De acuerdo a esta misma fuente, buena parte de esos residuos serán enviados a Venezuela para fabricar el famoso chimó, sustancia de origen indígena, utilizado como ungüento o crema. También se usa como sustancia para mascar. Hay que destacar que estas sustancias en nuestro país son prohibidas y el traslado a Venezuela, -por ende-, será ilegal.

Lo que deseo significar con esta columna, es que a Los Falsos Rellenos Sanitarios del Cucharo les llegará en los próximos días, una nueva fuente de contaminación, que incrementara peligrosamente la contaminación ya existente en el sector. En otras columnas similares a esta, he denunciado la cantidad de gases tóxicos que expelen los basureros del Cucharo, son causantes entre otras enfermedades como el cáncer; Esto nuevos residuos sólidos, son aun mucho más peligrosos que los peligrosos que ya se reciben con la mirada complaciente de las autoridades ambientales y sanitarias de San Gil y Santander.

¡Que Dios no coja confesados!

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